¿Cuanto puede esconder algo insignificante? Algo tan pequeño y relevante como una lágrima, algo que todos tenemos y pocos saben apreciar, aquel ser que sin consciencia ni de si mismo puede guardar dentro de si alegrías, penas y sobre todo historias, historias dignas de guardar en un bote cristalino, porque lo que para vosotros es solo agua con sales, para él es el mayor tesoro del ser humano