-¿No te parece que eres un tanto soso?- Pregunté mirando al hombre frente a mi. -Tal vez.- Contestó el llevándose un cigarrillo a la boca.- Pero aún así te gusta estar conmigo.- -Touché.- Con el atardecer frente a nosotros me di cuenta de algo. JungKook no era alguien soso. JungKook solo era una estrella a la que le habían arrebatado el brillo. Ambos éramos estrellas sin brillo.