Diario De Alcoholes~
  • LECTURAS 19
  • Votos 4
  • Partes 3
  • LECTURAS 19
  • Votos 4
  • Partes 3
Continúa, Has publicado oct 20, 2019
Contenido adulto
Que sucedería si en una fiesta de degustación de alcoholes, te embriagas a tal punto de recordar nada al día siguiente... Pero en tu boca hay un sabor de un licor que nunca antes has probado pero recuerdas haberlo degustado en los labios de un desconocido... Esa es la historia de Adeas Jones Mc'Grath la mejor catadora de alcoholes de toda Irlanda.

Poderosa, fuerte, indestructible, una imponente mirada ámbar y una dulce cara que oculta su verdadera personalidad ayudándole a descubrir quién es su verdadero aliado.

¿Te animas a seguir los pasos de AJ Mc'Grath?
Todos los derechos reservados
Regístrate para añadir Diario De Alcoholes~ a tu biblioteca y recibir actualizaciones
O
Pautas de Contenido
Quizás también te guste
Quizás también te guste
Slide 1 of 10
El norte, el sur, y la brújula © cover
Nuestro Tiempo Juntos cover
Instagram; c.m  cover
AS IF YOU WERE THE LAST MAN IN THE WORLD cover
One Shots - Camila Cabello y tú cover
*𝐵𝑎𝑗𝑜 𝐸𝑙 𝐸𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑜𝑟𝑖𝑜*  ¨𝑴𝑮¨ cover
Yandere Imouto cover
My Bad Boy 🚬 (Kit Walker Y Tú) +18 cover
Fucking Attitude (Slash) cover
amigas o algo más cover

El norte, el sur, y la brújula ©

24 Partes Concluida

Mi rutina diaria consistía en despertarme, pelearme con Allison y Christina porque no quedaban cereales de frutas del bosque, desayunar, ir a trabajar, volver a casa y dormir. Trabajo de camarera en Johns(un pequeño pero acogedor bar al centro de Los Ángeles). Eso sería una increíble mierda si no fuera por mi cliente favorito. Apuesto, con una sonrisa radiante y exageradamente sexy. Hace tiempo que llevo observando ese misterioso pero absolutamente atractivo cliente, apenas sé su nombre, pero tiene algo. Algo que me cautiva a límites inexplicables. Por cierto, mi nombre es Sarah, Sarah Brooks. Tengo 18 años, y mi vida se empieza a poner de patas arriba un día en el que estaba trabajando, y de repente llega un tipo de ojos avellana, arrogante a más no poder, pidiéndome un whisky. ¿Quién diría todos los problemas que pueden llevar unos ojos de color avellana?