Isabelle la hija y legítima heredera de la gran casa de Linnes, muere por la traición de su hermanastro Alejandro de Linnes, sin embargo aferrándose a una promesa del pasado, decide hacer un contrato con un demonio para que se le de una segunda oportunidad y de esa forma pueda proteger a su preciado hermano menor, sin importarle que es lo que deba hacer a cambio. -Desde hoy sere tu hermana mayor y te protegeré de todo el mal que te aceche, jamás te dejaré solo y siempre te acompañare en todas las decisiones que tomes - Decía mientras su pequeña mano acariciaba la mejilla de aquel niño, el cual con sus ojos violeta parecía admirarla desde el fondo de su corazón -¿nunca me abandonarás, nunca me odiaras? - temblando de miedo por escuchar la respuesta el pequeño cerro los ojos preocupado -Aunque tenga que vender mi alma a un demonio, aunque mi cuerpo lo devoren los monstruos o aunque tú mismo me odies al punto de querer matarme... - susurro sonriendo y abrazando ese pequeño y tembloroso cuerpo - jamás te abandonaré y jamás te odiare, ni en esta vida, ni en la pasada, ni en la siguiente - susurro acariciando el cabello platino de aquel niño