Louis, para su horor, asiste a una universidad de elite dónde el nombre de Zayn Malik significa algo, Niall Horan no para de hablar, hay pianos por todos lados y Harry Styles, hijo de un drogadicto ex rockero clínicamente inestable, tiene una sonrisa perfecta y ojos vacíos. La historia no es mía, solo la estoy resubiendo. Créditos a quien corresponda.