Jimin sólo tenía un sueño, ser libre, poder tomar decisiones por su propia cuenta y dejar la manada que lo tenía en aisló a la espera de una fecha cercana en la cual su vida sería tomada como regalo a la luna, por lo mismo, cuando dejo la prisión bañada de celestinead su único plan fue quedarse lejos en la ciudad en la que sus difuntos padres se enamoraron y jamás pensó que eso sucedería también con él, pues el amor era precisamente a lo que el pequeño le estaba huyendo.
Siendo un heredero huérfano criado en cuatro paredes su mayor anhelo era salir y estudiar en la universidad en la que sus padres se conocieron, aunque nunca imagino que tan simple deseo se convertiría en el inicio de sus problemas, pues es allí que conoce a su alfa y ve que este no encaja con el tipo de hombre que él se idealizo y el cual malamente le fue creado para evitar a toda costa que lo encontrara, pero aquel alfa estaba dispuesto a tomar el ideal perfecto de Jimin y destruirlo.
Min Yoongi no era alguien bueno, rara vez clamaba una oración a la luna, olvidaba el ser cortes, su paciencia era mínima, y sus manos no estaban del todo limpias, pues sangre inocente manchaba estas, aun así, aquel día, en el que sólo quería celebrar el cumpleaños de su mejor amigo, sintió que la luna por fin le estaba premiando, claro, nunca imagino que no le sería del todo fácil poseer aquel regalo divino y más cuando de romance él no tenia ni idea.
...- ¿Y qué es lo que quieren los omegas? ¿Flores? Bien, le comprare todas las flores de Daegu entonces-...
*Gracias a @mrmaia por la portada*
Park Jimin es, en su más simple descripción sobre sí mismo, solo un omega aburrido con ridículas fantasías sobre el amor. A sus veintitrés años presume de una vida universitaria bastante regular, pero es apasionado. Un estudiante de arte que vuelve a la ciudad que dejó atrás años antes.
Min Yoongi, un alfa relativamente nuevo en la ciudad, un pequeño gusto para la vista; su vida era algo rutinaria, y se complacía solo con la alegría de hacer lo que lo entusiasmaba. Un simple profesor de Artes que ya contaba varios años dentro de los treinta, pero suertudamente dotado con carisma y seguridad si alguna vez debía admitirlo. La vida simple que había elegido para distraerse del huracán del pasado fue un buen consuelo, una sombra para el descanso.
Nada menos previsible habría sido visto antes. Con seguridad, porque huir del peligro era humano y natural. Jimin y Yoongi, sin embargo, solo parecían saber revolotear alrededor del fuego como dos polillas que esperaban quemarse. Y cuando ambos se sumergen en una aventura riesgosa solo pueden encontrar espacio para las dudas y el anhelo.