Essie no lo veía venir, sin embargo, cuando fue arrojada a un volcán como sacrificio a la diosa Citlalli, en ningún momento esperaba que una diosa la agarrara y la llevara fuera de la tierra, para luego convertirla en una de las estrellas que vemos por la noche. Ella vivió siglos allí, jugando y riendo con los demás astros. Para su desgracia, dioses griegos mataron a la diosa que la protegía, y con el fin de eliminar para siempre todo recuerdo de lo que alguna vez fue su imperio, también quieren matar a las estrellas. Ahora, junto con otros astros le toca sobrevivir.