Mi señor perdóneme que me haya ido así de su lecho... como un vil cobarde deje esta carta en su mesa como un frasco... pero lo nuestro no puede ser ni ahora ni nunca... Lo lamento Arturo, lo único cierto es que tú sabes que no te busqué, nuestro encuentro fue pura casualidad hace tres meses atrás, te juro que no quise pero por una vez, solo por una vez tu mirada no era la de su señor viendo a su siervo, si no la que siempre quise anhele tener sobre mí. MERTHUR
1 part