Tras muchos años de esfuerzo, sudor y hostias, Alba Reche por fin había conseguido clasificarse para poder pelear en el campeonato nacional de boxeo femenino, en la categoría de peso ligero. Y no solo eso, su debut en el torneo estaba siendo toda una revelación. Sin embargo, si quería clasificarse para el Campeonato Europeo tenía que quedar, como mínimo, tercera en el ranking nacional. Estaba a punto de lograrlo, lo tocaba con los dedos. Solo tenía que ganar a la vigente campeona, la Tarántula Lacunza.
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