Cuando el azabache abandono Konoha, sin darse cuenta dejo a sus amigos conmocionados y no solo eso, si no, que también a un rubio con el corazón en mano.
Siendo así, Naruto se aferró a la idea de traerlo de vuelta, aún si su vida corría peligro, pero esto no solo era por amistad, era por qué en realidad le amaba y quería que el desertor se diera cuenta de esto. Porque cuando esté lo hizo, le rompió de corazón.
Pero, para entonces, conoció a Ero-sennin y este se lo llevó a un viaje de entrenamiento para distraerlo y hacerlo más fuerte, en su viaje se dió cuenta de muchas cosas, entendió que aferrarse a él solo le hacía daño, y decidió olvidarlo para seguir adelante.
Pero todo esto habrá Sido en vano, pues en el transcurso de su regreso a Konoha pasarán muchas cosas.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.