Ruidos y diversión en un solo lugar. La risa de los niños es agradable. La comida de la maquina expendedora es deliciosa. Pero todo era tan monótono. Escuela, trabajo, casa. Esa rutina se repite todos los días, no había nada emocionante en mi vida... Hasta que llegó ella. La pelinegra con voz un poco gruesa pero hermosa; con una sonrisa que ilumina más que la pantalla de las maquinas de videojuegos. Todo era monótono, hasta que ella llegó a mi y cambió mi vida.