Cuando su prometido traiciona su confianza, Gwen Smith decide terminar su compromiso y alejar a todos los hombres que podrían intentar entrar en su vida romántica. Son unos mentirosos y manipuladores después de todo. Pero su promesa casi se va a la basura cuando pasa la mejor y más salvaje noche de su vida con Kile Davenport. Afortunadamente, escapa antes de enfrentar la realidad a la mañana siguiente y se promete no pasar por una experiencia tan intensa de nuevo. De todas maneras, abandona la gran ciudad para alejarse de los hilos con los que su madre la quería manejar y para poder ejercer su profesión con tranquilidad. Sin embargo, el destino no está de su parte y parece trabajar del lado de Kile cuando sus caminos terminan cruzándose una vez más. Él está dispuesto a luchar por ella y respetará todos sus deseos y decisiones, pero Gwen no está segura de querer poner su corazón en riesgo otra vez. Se enterará de la forma más dulce que el amor con la persona indicada siempre tiene un final feliz.