Aquellos que por los actos sacrílegos de sus antepasados fueron condenados. Hijos de aquellos que traicionaron su lazo, despreciando el regalo de los dioses.
A diferencia de los poderosos alfas y los hermosos omega, los beta son seres sin la gracia divina, anclados a lo que son por siempre. Cuyo lazo fue cortado por el mismo dios de la luna, negándoles la posibilidad de encontrar el verdadero amor.
Nunca conocerían a su otra mitad, y aun cuando amaran, no podrían estar seguros de que esta lo fuera, la duda y el miedo a que acabara siempre estaría en sus mentes y corazones. O también condenados a no ser correspondido, porque este ha nacido en otra casta en espera de otra persona.
La única forma de saber que habías encontrado a tu otra mitad, era al momento en que ambos tenían a su primer hijo, si nacía un beta, significaba que había sido un error, pero si pertenecía a alguna otra casta significaba que el lazo había sido restaurado.
Trilogía 404: Libro 1
La vida en Ankara no era mala para aquellos que nacieron rodeados de fortuna. Alaia no conocía de carencias o de miedos; había nacido perteneciendo a los amarillos, la casta con más poder en la ciudad, por otro lado había quienes no tenían tanta suerte, los morados -la clase media- o los pobres desafortunados verdes, quienes no tenía ni voz ni voto en la sociedad.
Ankara se regía por la leí de Kaia, el que no cumpla su palabra al pie de la letra será severamente castigados.