Era una tarde tranquila en la ciudad de Caracas, cada persona centrada en sus asuntos, en la plaza los niños jugando con papagayos, a lo lejos se escuchaba el bullicio de los autos y el cantar de los guacamayos mientras el sol ya se iba escondiendo detras de los grandes cerros del Avila. Sí, una tarde tranquila en la gran ciudad. O eso creía Jefry, hasta que recibió una llamada. Una muy rara llamada. __ Historia corta, aun en borrador. Derechos de autoe reservados.All Rights Reserved
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