Lo único que Levi Ackerman y Hanji Zoë tienen en común, además del trabajo claramente, es la amistad con Nanaba Robbins. Fuera de eso, no hay cosa en el mundo por la que esos dos no estén compitiendo. Si existe la posibilidad, por mínima que sea, de humillar, derrotar y aplastar sin piedad a su contrincante, lo harán sin pensarlo dos veces. De eso no hay duda.
Para Levi, Hanji no es más que una tonta anoréxica de mal carácter con aires de superioridad y un pasado envidiable.
Para Hanji, Levi no es más que un imbécil arrogante con cuerpo tonificado y cerebro de pájaro que disfruta sacarla de quicio.
¿Será posible que dejen sus diferencias a un lado para complacer a Robbins?
¿Podrían llevarse bien realmente?
Quizá no son tan diferentes como piensan, tal vez... solo tal vez, sean igual de pervertidos.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero