BAKUGO: ¡Eres tan desesperante y terca! MINNA: ¡Y tu un cretino presumido! BAKUGO: ¡Callate mierda! Dijo para acercarce a ella y acorralarla contra la pared, se acercó tanto que sus respiraciones chocaban entre si y sus ojos estaban en una batalla de mirdas que ninguno estaba dispuesto a perder. ··...·...·...·...·...·...·...·...·...·...·...·...·...·...··...·...·...·...·...·...·~·~·~·~·...·