Cuentos por aquí y por allá, algunos soplados por el viento, otros traídos a mí gracias a mis sueños. Un montón de torrenciales emociones atrabancadas justo en la puerta de mis pensamientos; he de liberar todo para hacerme eternamente desatado de mis lamentos, sin importar si con ello estoy dejando ir una parte de mí.