A Shouto le encanta ver esa sonrisa. Le encanta como ilumina cualquier día. Le encanta la manera en que hace saltar su corazón. Incluso estaba seguro que esa sonrisa podía opacar al mismísimo sol en verano. O tal vez curar el cáncer. Le encanta la persona que tiene aquella sonrisa. Le encanta Midoriya Izuku.