Deseo ser bruja pero no bajo el destino incierto,
Caminar por la calle a tu lado sin murmullos de por medio
Somos el tabú, lo prohibido he indeseable,
Somos lo negativo y muestra de supuesta barbarie.
Somos ninfas que abundan en el mundo vano,
Ese deseo exacerbado que les proliferamos, créanos no es incitado
No deseamos ser el morbo y entrenamiento pasajero.
Por eso se mantienen algunas bajo el anonimato,
Vagando el mundo para que no se alejen,
De los que argumentan de un virus contagioso que manifestamos.
Dejare de ser clandestina, para tomar tu mano.
Dejare el temor acérrimo para besar tus labios
Porque a tu lado, se diluyen en el aire los sentimientos amargos.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.