LUCIFER
  • Reads 6,219
  • Votes 535
  • Parts 11
  • Reads 6,219
  • Votes 535
  • Parts 11
Ongoing, First published Nov 05, 2019
¿Quieres conocerme? ¿Sabes quién soy?

No sabes quién soy, tal vez sabes mi nombre, el color de mis ojos y pelo pero no me conoces, tal vez conoces mi historia pero a un así .....

« No me conoces»

¿Cómo podrías conocerme? Si yo no lo hago.

«No sé quién soy»

Puedo aparentar un sonrisa dulce, puedo engañarte, puedo hacerte caer en mis mentiras, tengo muchos rostros.

«Engañar es fácil para mí»

Vivir en un mundo donde lo falso es real y lo real debe ser ocultado, me hizo quién soy.

¿Quién soy?

«Un ángel »

« o»

«Lucifer »

No lo sé ....

Me acompañas a averiguarlo, toma mi mano.

Pero te advierto que está historia no tendrá un final feliz.

¡Escapa!

¡No sigas!

¡Huye!

!Saldrás dañada!

¿Sabes quién soy?

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Soy tú peor pesadilla y no podrás escapar, ya dejé a una huir de mí.

No volverá a pasar.

Te protegeré,te cuidare, nadie te dañará, el mundo no te tocará.

Solo tienes que hacer todo lo que yo te diga, confía en mí.

¿Me quieres acompañar?







¡Estás atrapada!
All Rights Reserved
Sign up to add LUCIFER to your library and receive updates
or
#157angelo
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 10
Bajo tu Dominio  cover
MIA // Freenbecky(G!P) cover
𝐈ncest ᶠᵃⁿᶠⁱᶜ cover
SSXU viendo universos cover
relatos eroticos cover
La pequeña gigante || Haikyuu!  cover
La perdición de los Walker +18 cover
Sangre y Poder. cover
En la misma habitación que el Diablo [Libro 1] cover
EL IMPERIO DEL DRAGÓN [EDITAR] cover

Bajo tu Dominio

80 parts Ongoing

No la buscaba a ella, ni siquiera me parecía importante su jodida existencia. Pero la vi. Y eso lo jodió todo. La primera vez que vi a Anastasia, no fue una elección. Fue una coincidencia. Una de esas que se clavan en la piel y te carcomen la cabeza. No era especial. No era alguien que mereciera mi atención. Y, sin embargo, en cuanto la miré, no pude dejar de hacerlo. Me obsesioné. Como un puto animal en busca de presa, la seguí con los ojos, con el pensamiento, con cada maldito resquicio de mi conciencia. No había razón lógica. No había un propósito más allá del deseo irracional de verla temblar. Anastasia no lo sabía, pero ya era mía. Y cuando finalmente la tuve frente a mí, cuando supe que no podría escapar, entendí algo: no era solo deseo. No era solo obsesión. Era el placer retorcido de poseer algo que nunca debí tocar.