No quiero comenzar con el típico cliché de como quisiera que mi crush me haga caso, estoy mas sola que una señora con quince gatos. No. Mi historia es un tanto peculiar porque, sí, tengo un crush, pero ¿quién no ha tenido un crush en su vida?
Hay muchas personas que tienen la habilidad de decir las cosas que sienten, su tristeza, su alegría, inquietudes, inseguridades, miedos, lo que sea, y ganan mucho por eso. A mi me cuesta tanto, pero enserio, muchísimo. Un día se me dió la locura de decirle al chico que me gusta mis sentimientos, si no era mutuo lo entendería. ¡No sé como tuve las agallas de hacer eso! Lo que pasó luego no me lo esperaba. ¿Quieren saber que pasa? Pues esta es mi historia, espero les guste.
Arthur Zaens, un multimillonario frío y desalmado que ha vivido en la oscuridad desde la desaparición de su esposa, dejándolo solo con sus dos hijas gemelas. Desesperado por encontrar una niñera que cumpla con sus estrictas expectativas, Arthur conoce a Lía, una ex escritora y editora recomendada por un amigo. Aunque su relación comienza de manera conflictiva, con discusiones y malentendidos desde su primer encuentro en un bar, Lía se convierte en la persona que poco a poco transformará la vida de Arthur y de sus hijas, desafiando su frialdad y cambiando su mundo para siempre.