No recordaba el año, lugar o hora en que había sucedido, solo lo supo, al verlo allí, tan distante, tan raro, sintió que todo volvía a funciónar, que todo estaba en su lugar y lo supo, lo supo un segundo después, estaba enamorada, cada clase lo miraba, preguntándose qué estaba pasando por su cabeza, preguntándose si tan solo el la tomaba en cuenta, no pedía mucho, solo una mirada, una mirada que la había sentir tan grande que no necesitaba ningún título ni amigo para sentirse protagonista, pero eso jamás pasaba, allí solo estaba ella, arrepentida como siempre por simplemente ser ella, aún era una niña, una insufrible sabelotodo a sus ojos, ¿Acaso no sabía que aprendía todo por el? ¿Acaso no entendía que el era lo único que conocia? Claro que lo sabía, era claro, las pruebas allí estaban, miradas, roces, todo estaba allí , en orden.
Hermione Granger, era una heroína de guerra, todos la adoraban e idolatraban, pero el no, el no caía ante sus pies, y allí estaba ella, siendo solo una más para el.
Severus snape, frío como el hielo lo sabía, lo podría sentir en los huesos, el amor que ella sentía por el lo abrumaba, tan fuerte tan real, pero el no podía, no debía, su corazón había muerto con ella.
Hermione Granger, solo necesitaba un remo, algo de que sostenerse cuando su barco se naufragara, necesitaba no perderse, lo sabía, lo podía sentir y cada vez que lo hacía, lo recordaba a él, como jamás la eligió, como nunca fue su primera opción.
El amor cambia a una persona, aún más si dejas de luchar y solo te entregas como un pecador pidiendo perdón a su dios.All Rights Reserved