Marco sabia que su destino nunca fue gobernar, pero aún así le dolió cuando su madre le miró a la cara diciéndole que no subiría al trono. Que su futura hermana lo haría. Entonces los nervios se le pusieron de punta y quiso dejar de estudiar magia. Pero no, Glossaryck nunca se lo permitió, no sabía cómo agradecerle al hombrecillo azul en esos momentos. -Marco Butterfly, ¿prometes cuidar y proteger al reino de Mewni?-la voz del encargado de la alta comisión de magia dejó a Marco pensando. -Lo prometo, en nombre de mi honor y familia. Hasta que mi hermana pueda dirigir por sí misma esta nación-exclamó arrodillandose para recibir la corona. -Que así sea-la voz alta del hombre rompió todo el encanto. Y el pueblo grito victorioso alrededor del nuevo gobernante que estaba obteniendo de manera simbólica la corona y de Nueva cuenta la varita.