Mi nombre es Aurora, tengo 18 años. Y tengo mi camino dirigido con reglas que me guiarán hacia la paz y la felicidad. O bueno, eso creía. Al cumplir la mayoría de edad, todo cambió en mi mundo, todo era distinto... En este nuevo lugar estaba cambiando. ¿Por qué estaba rompiendo mis propias reglas? Me había tardado siete jodidos años en formarlas para que de un momento a otro las estuviera quebrando, obviamente estaba mal, estaba jodidamente mal. Él me estaba cambiando, me estaba haciendo diferente, y no sé si en verdad eso me resultaba malo, porque él era lo más increíble que he tenido en mi vida. ¿Creerías si te dijeran que estás en tu mundo opuesto? Pues yo no. Pero comprobarlo, me dejó totalmente sorprendida. No sé quién realmente soy, ni tampoco qué estoy haciendo. Sin embargo, estoy dispuesta a averiguarlo.