Nadie puede escapar de un desafortunado destino. Aunque eso no quiere decir que una persona no pueda luchar para cambiarlo. Pero....la suerte no siempre está del lado de los inocentes...
A veces el destino suele ser cruel.
A veces la herida duele tanto, que no podemos respirar.
Si bien, mi destino es incierto, sé que no mejorará. Y lo que sí es cierto, es que duele saberme mundana.
Terriblemente humana...