En el comienzo del universo, sólo existía, a parte de una nada apremiante; Sol y Luna; sólo que en una forma física diferente a la conocida; ni siquiera era una forma que pudiera ser descrita, sólo eran almas, en su totalidad, ellos eran las almas pertenecientes al universo.
Sol y Luna eran amantes. Su función en el universo era crear una constante armonía en la que ellos dos, suponían ser pintores y todo lo que hicieran, fuera así, caos o perfección, obtenía el mismo resultado; arte.
"-¿Todavía te gusta cantar, reina?- Sol observó a Luna y él tenía una sonrisa llena de júbilo, y poco después, ella notó que también la tenía.
-Solo cuando estás feliz. Dejé de cantar cuando empezamos a discutir.
-Yo empecé a deprimirme cuando dejaste de cantar."
Sol y luna crean la realidad de Venecia, pero incluso a ellos les cuesta trabajo ser parte de un universo que no los enseña a amarse, si no, que ellos mismos tienen que aprenderlo, cuando no soportan su combinación.
¿Serán ellos capaces de entender que el caos puede ser su serenidad? Sus lloviznas son diluvios en la mente del otro. Así como su amor...
«Cuando viste el potencial que tenía de convertirme en sol, quisiste convencerme de que era el cerillo más bonito que habías visto»
SINOPSIS
Ella era un alma libre, una sirena con ansias de conquistar los océanos. Él parecía el hombre perfecto, pero guardaba un secreto: quería convertirla en sardina y mantenerla cautiva en una pecera.
¿Cómo volver a nadar contracorriente, si la convencieron de que su vida debe ser tras los cristales?
¿Cómo volver a mirarse al espejo, si en el reflejo ya no se ve a sí misma?
Dime, ¿Cómo se encuentra el olvido?
365 cartas fueron la respuesta que Danny encontró para dejar atrás a Narciso.
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