En el comienzo del universo, sólo existía, a parte de una nada apremiante; Sol y Luna; sólo que en una forma física diferente a la conocida; ni siquiera era una forma que pudiera ser descrita, sólo eran almas, en su totalidad, ellos eran las almas pertenecientes al universo.
Sol y Luna eran amantes. Su función en el universo era crear una constante armonía en la que ellos dos, suponían ser pintores y todo lo que hicieran, fuera así, caos o perfección, obtenía el mismo resultado; arte.
"-¿Todavía te gusta cantar, reina?- Sol observó a Luna y él tenía una sonrisa llena de júbilo, y poco después, ella notó que también la tenía.
-Solo cuando estás feliz. Dejé de cantar cuando empezamos a discutir.
-Yo empecé a deprimirme cuando dejaste de cantar."
Sol y luna crean la realidad de Venecia, pero incluso a ellos les cuesta trabajo ser parte de un universo que no los enseña a amarse, si no, que ellos mismos tienen que aprenderlo, cuando no soportan su combinación.
¿Serán ellos capaces de entender que el caos puede ser su serenidad? Sus lloviznas son diluvios en la mente del otro. Así como su amor...
Este no es un libro de esos que dejas olvidados en un rincón, es un libro de esos que vuelves cada vez que lo necesitas. Es de esos que logran derrumbarte, pero también hacerte brillar. Te hará llorar y reír, te acercará más a la vida. Aquí encontrarás verdades, de esas sin filtro, que te hacen reflexionar. No encontrarás utopías, pues cada palabra nace de una experiencia. Valentía es un camino, tiene sus obstáculos, sus dolores y tristezas, pero también está lleno de esperanza, de fe. Es un libro que avivará el fuego de tu corazón, pondrá tus emociones a flor de piel y, sobre todo, te recordará que en esta vida vale mucho más ser valiente que cualquier otra cosa.