Crees que sabes todo lo que te puede suceder. Crees que podrás controlar tú vida, pero hay veces en los que no todo sale como lo tenías previsto, a veces las cosas empiezan a desmoronarse en tus manos y ahí tienes dos opciones, puedes quedarte de pie, mirando como todo pasa ante ti, como poco a poco todo se va o puedes levantarte y enfrentarte a todo aquello, luchar por lo que una vez quisiste, pero, a veces no cogemos la mejor opción.
Nadie dijo que la vida era simple.