y mientras sus labios se cruzaban con los míos y sus brazos rodeaban mi cintura, se creaba un calor que apagaba toda tristeza, todo dolor. Y es entre cada deseo una lágrima que recorre el pasado que no atormentaba más y entre cada beso había una pequeña nota de un te quiero, todo alrededor admiraba al fin que entre dos almas de una cadena de dolores terminó y es sin duda como el final es el comienzo de lo que llegó ser una experiencia de aquellas que con pequeños secretos llevaron hasta el día de hoy y entre cada secreto de amor llevaba hacia un destino que por amor hacia el cielo se cumplió. El deseo de lo que dos corazones que desechan los poemas y las alegorías del amor hoy cruzan sin duda la historia de aquel reflejo de amargura, tristeza, decepciones y que la conquista de aquella guerra afligida reflejada entre sus ojos.