Lo despertó la luz que se filtraba a través de las ventanas, Tony frunció el ceño y gruñó molesto, cuando intento sentarse la resaca lo golpeó, su frente punzaba y sentía sus brazos débiles, se dejó caer sobre la cama, tocó su cabeza sin intentar levantarse otra vez y permaneció apoyando su mejilla contra el colchón sintiéndose desenfocado.
No podía recordar nada, Tony era demasiado viejo como para asustarse, tenía que admitir que era lo esperado, estaba en las Vegas.
Tony pasó una mano a través de su cabello y un brillo dorado llamó su atención, la sonrisa desapareció de sus labios, sustituida por una mueca de horror, si antes no había sentido pánico, ahora lo hacía, porque había un jodido anillo de matrimonio en su dedo anular.
Se levantó con rapidez ignorando el dolor en la parte baja de su cuerpo, tropezando rodeó la cama y sin pensarlo apartó la almohada del rostro del hombre para descubrir a un rubio conocido.
Plácidamente dormido sobre la cama se encontraba el Capitán América. Steve Rogers dormía con una suave sonrisa en sus labios.
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Sigo con mi racha de fanfics cliché, no puedo apartarme de las ideas trilladas. También hago los peores resúmenes.
Los personajes y universo utilizados pertenecen a Marvel. Historia sin fin de lucro.