Es como las historias del campesino que se enamoraba del burgués, o Romeo y Julieta, pero mil veces más trágico, porque es una realidad en pleno siglo XXI.
El estallido social era inminente, y las dos caras de la moneda lo vivían de manera distinta.
El capucha, en primera línea, con escudo de lata como protección y de arma unas piedras, era quien arriesgaba su vida todos los días.
Por otro lado, el joven privilegiado, que seguía estudiando sin preocupaciones provenientes de allí fuera, el que tenía la vida en bandeja de plata.
Dos mundos completamente diferentes. Dos mundos que un día, de la manera menos pensada, se toparian en la situación más extrema posible.
[Inspirado en toda la situación social que ocurre en Chile]
Kookmin.
Modismos Chilenos.