El principe Louis Tomlinson y la princesa Monic Preet habían anunciado hace poco su compromiso, por lo cual ambos reinos hervían de alegría, no había objeción alguna, una hermosa dama y un decente caballero. Sin embargo Louis no estaba del todo feliz, la enorme barrera de mentiras que había levantado estaba a punto de colapsar. No había remedio humano para la enfermedad que él tenía, no podía aceptarlo. Louis gustaba de los chicos y es algo que ya no podía seguir ocultando. Las viejas historias que su madre le contaba lo llevaron a una solución desesperada, no hay remedio humano pero quizás ellos tengan una cura.