TÚ

Ella conversaba con la luna, cada noche, cada noche que esta se presentase. la Luna nunca le había respondido, claro está, pero a Marina nunca le había molestado eso, la luna era su fiel oyente, nunca la criticaría, solo estaba ahí brillando en la inmensidad de la noche oyendo cada una de las historias que Marina tenía por contar, era como su amiga, y sin hacer nada estaba ahí para ayudarla, de alguna manera, cada vez que la chica le contaba algo sobre su triste vida, se sentía más liviana, cómo si ya no cargara con tanto peso, y vaya que tenía mucho que la atormentaba. Entre unas cuantas cosas... Él... que por más que lo amara lo mejor era olvidarlo... pero como dolía aquello
y ÉL... entendió muy tarde que... era ella la chica de sus sueños... siempre había sido ella... pero ya se había ido