TE ENCONTRARÉ, AUNQUE TENGA QUE VIAJAR HASTA EL FIN DEL MUNDO.

Eren se había ido a un internado en el extranjero para olvidar a Levi. Aunque dudaba mucho el poder lograrlo, mientras el pobre azabache no sabía como había perdido a su amado Eren. Ni siquiera recordaba haber tenido sexo con la puta de Petra, él tenía bastante resistencia al alcohol... No recordaba ni siquiera haberla visto en el bar.

Sólo recordaba estar tomando con Erwin y al abrir los ojos ya estaba en una habitación vulgar de hotel, completamente desnudo, su ropa y la de esa zorra regada por el piso y ella bien acurrucada en su pecho, con notables marcas de besos y mordidas en todo el cuerpo, la habitación olía a sexo salvaje. Su cuerpo estaba pegajoso y lleno de fluidos.

Maldecia una y otra vez el haber aceptado ir con el cejón a tomar, maldecia ese puro día. Maldecia a esos dos desgraciados. Estaba seguro que habían planeado todo para separarlo de Eren.

Estaba devastado.

Aún recordaba como le había rogado a Eren para que lo escuchara, el corazón le dolía sólo de recordar el estado tan lamentable y destruido de su amado. El recordar su rostro lleno de lágrimas y dolor.

En el trabajo podía ver la sonrisa cínica del mastodonte, burlándose de su dolor y patéticas expresiones, gozando cada segundo al ver a tan imponente e inquebrantable hombre tan derrotado.

Habían dado en el clavo, la debilidad de Levi era Eren, su mayor temor perderlo, sin Eren no era nada.