Dicen que cada ser humano lidia con la muerte de diferente manera. Algunos están más listos que otros y ese es mi caso. Hace unos meses me diagnosticaron una enfermedad degenerativa, los doctores han dicho que por lo menos me dan unos diez meses de vida. Lo único que me preocupaba es que mi padre sufra, porque como leí en uno de mis libros favoritos: Lo peor de estar muriendo, es tener un hijo que está muriendo. Siempre hemos sido él y yo y, ocasionalmente mi tío, la persona más divertida del planeta.
He visto a papá trabajar desde que mi madre decidió abandonarnos. Siempre ha hecho lo posible por verme feliz y sana, bueno, lo más que se puede con una enfermedad así. Creí que era momento de devolver un poco de lo mucho que me ha dado, con ayuda de mi tío comenzamos a buscar a la mujer de la que mi padre ha estado enamorado por años, su primer amor.
Y esta historia comienza así, con un diagnóstico, la aceptación y el inicio de una aventura.
Me llamo Samara Marquina y tengo quince años. Mi padre es Sergio Marquina, el mejor padre del mundo. Y mi tío es Andrés de Fonollosa, el responsable de que mi historia este siendo contada.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero