Se necesita del día para llegar a la noche; De la noche para llegar al día, justo cuando Gabriel pensó que no volvería a sentir algo tan intenso el destino juega sus cartas poniendo todo en su lugar.
Se necesita del día para llegar a la noche; De la noche para llegar al día, justo cuando Gabriel pensó que no volvería a sentir algo tan intenso el destino juega sus cartas poniendo todo en su lugar.