Entonces era normal que un pequeño Stiles estuviera en su habitación con un pequeño cupcakes que había comprado con sus ahorros al igual con una vela que fue el último que se utilizó cuando su madre estaba con vida, cantando feliz cumpleaños en su día, llorando por su suerte... En ese cuarto con ese pastelito soñaba con un príncipe de reluciente armadura le diera el mejor cumpleaños de su vida... pero alguien debía decirle que los sueños no sé hacen realidad. SterekAll Rights Reserved