Adalia Báthory conformaba parte de la única familia que podía rivalizar a la mayor entre los asesinos: los Zoldyck. Eran sus rivales; los trabajos, por lo general, iban a manos de la familia enemiga, y raras veces les prestaban atención -lo cual tampoco significaba que nadie pedía sus servicios, pues a pesar de todo eran suficientemente concurridos-. Adalia era una chica peculiar, con ojos grisáceos, cabello negro, y para ser una niña, al igual que toda su familia, ya se la consideraba una asesina en toda la palabra. Algo que era prohibido en el mundo era el asesinato, y ella se veía atraía hacia el mismo de forma irreversible; otra cosa prohibida pero entre sus familiares era formar lazos con las personas ajenas a ellos, supuesta gente que sólo le traería debilidad, y como era de esperarse, ella se atraía sola a lo prohibido, sin percatarse, sin darse cuenta, sin ser consciente. Ella vivía de lo prohibido, así comenzando sus futuras aventuras, partiendo de un punto tabú.
[En edición, vamos a ver si anda ah ksnak]
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?