Hace mil años, los demonios eran una raza común y dominante. Reinaban sobre los humanos en tiranía y crueldad. Eventualmente, una gran guerra estalló entre los demonios contra aquellos que se aliaban con los humanos. Después de ser emboscado por demonios una noche, Kusakabe Ryuugon lanzó un poderoso conjuro sobre su hijo, Ryuuji, que lo sumergió en un sueño profundo y lo teletransportó a una tierra lejana, con el objetivo de preservar el clan Kusakabe. El conjuro fue roto por una chica perdida, Midori, quien tropezó con él mil años después.