Ventanas grises, ventanas verdes

Hay un fenómeno que está ocurriendo en todo el mundo. Les contaré un poco.

Ellas sonríen, se sonrojan y hasta experimentan emociones vívidas;
asomando sus cabezas a esas ventanas tímidas.

Ellos ya no miran a los ojos ni se enamoran de un cabello liso.
Es como si, tan solo las letras, dieran esa clase de hechizo.

Y en el medio de una interacción ¡Suena la interfaz! ¡Todos a mirar!
Una nueva notificación acaba de llegar.

Y hasta el amor, ya se volvió cuestión de suerte.
En este universo, de ventanas grises, de ventanas verdes.

Hoy te invito a leer esta historia;
donde hay olvidos, donde hay memoria.
Desde amores a decepciones atroces.
Sin que haya, de por medio, un solo roce.