"¿OK, y qué decís de esta preciosidad?", digo mientras abrazo a Seo y la acerco a mí. Ella me ve a los ojos y sonríe y se reposa sobre mi hombro sonriendo tímidamente a la expectativa de lo que se va a decir de ella. De pronto siento como estar sentado en un pedazo de cielo y a punto de caer al sentir el olor de su pelo. Me digo a mi mismo: ¡Luis, hay que mantener la compostura!
6 parts