En un mundo ficticio de nueve continentes, y criaturas como los ecuidroles, kuvoes y hiedieluces, entre otras, la humanidad ha transitado tres guerras bestiales: La Guerra de Magia Ominosa, La Gran Guerra de los Once y La Guerra por las Musas.
El detonante de la segunda de las guerras, La Gran Guerra de los Once, fue un hallazgo científico en la capital de Liemcuoveco: Londjhez. Los países encendieron las alianzas, resultando en un total de once mega bloques de patrias, llamados polipolis, que pelearían unos contra otros.
Años después del término de la guerra, la polipolis llamada Úrbem, conformada por algo más que una veintena de países, decidió levantarse en armas por haber sufrido de humillantes exigencias de parte de los vencedores. Y así nació La Guerra por las Musas; la cual dio el dominio mundial a los urbemíes. Úrbem, a modo de venganza, estipuló que las economías mundiales se determinarían según el cuidado a la naturaleza, así como la cantidad y calidad de las obras de arte, que los países tuvieran.
Ahora, Briza Eddelz, de veintidós años, anhelando regresar el favor de salvarle la vida a la doctora Costellazione, ocasionará una serie de acontecimientos que la llevarán de desear volver a ver a sus amigos, pasando por volverse en una asesina, hasta querer huir a Laátidos.
En un Multiverso donde las sombras del pasado convergen con la incertidumbre de un futuro ya escrito, Erick emerge como un alma rota por la tragedia y consumida por el deseo de venganza. Forjado en el dolor de una infancia devastada y alimentado por un odio que podría desafiar incluso a los dioses, su camino lo llevará a enfrentarse a un destino incierto y conspiraciones que amenazan con desatar el caos multiversal.
Mientras la Orden Negra trama liberar a una entidad sellada que podría redefinir la existencia misma, Erick se convierte en una pieza clave en un juego de intrigas y poder. Rodeado de aliados inciertos y enemigos omnipresentes, su búsqueda de justicia personal lo arrastra a un abismo donde las líneas entre la luz y la oscuridad se desdibujan.
Entre ecos de tragedia y esperanza, El Hombre que Vendió al Mundo es una exploración de los límites del sufrimiento mortal, las fuerzas que nos definen y las decisiones que sellan nuestro destino. ¿Hasta dónde puede llegar un hombre por venganza? ¿O será su destino caer en el olvido junto con aquellos a quienes juro destruir?