es fantástico pintarse de rojo, verse al reflejo y ver aquel ser tan repugnante mientras escuchas los jadeos de dolor de aquella mujer que se encuentra indefensa, mientras brazo por brazo se va desgarrando, quitando color de su piel, y escuchando los abrumadores llantos de súplica, mientras aún no se recupera del nacimiento de su pequeño que le condenó la muerteAll Rights Reserved
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