SÓLO SE NECESITA UN POCO DE AMOR. Una mañana como todas,cuando Miguel Ángel Tenorio regresaba de hacer algunas compras, abre la puerta de su casa y encuentra a su hermana tendida en el piso con un disparo en la cabeza, desangrándose aún con vida y la pistola todavía humeando; la desesperación se apoderó de él y entre lágrimas intentaba salvar la vida de quien hasta ese día fuera su compañera de juegos de toda su infancia; sin poder hacer nada para evitar su muerte. Samantha Tenorio quien contaba con 18 años de edad, buscó la solución en el suicidio, dejando a sus padres con una tristeza infinita y con un sentimiento de culpa difícil de superar. Pero a pesar de lo triste de este suceso, dejó un sueño, el sueño de Miguel A. Tenorio, quien en el lecho de muerte de su hermana se juró a si mismo que esto no tenía que volver a pasar; luchar para que ninguna familia en México tuviera que sufrir lo que sufrió la suya.