Al inicio muero. Literalmente. Soy lo que vulgarmente llamarían un "fantasma". Morí pero aún me encuentro aquí y a no ser que en algún futuro próximo vislumbre la luz, situación que dudo ocurra, lo más probable es que aún continue aquí por un tiempo. En mis ratos libres entre hacer nada y nada que hacer, me divierto viendo lo que mi familia está haciendo. Luego de un tiempo mi hermana encuentra las cartas. Cartas que escribí hace mucho tiempo atrás y que debí haber quemado cuando tuve la oportunidad. Cartas que no quería que se lean. Cartas que mi hermana se encargará de entregar a cada uno de sus respectivos remitentes. Aunque hay un problema... Ella no conocé a uno de ellos y tendrá que buscar una manera de dar con él, teniendo las pocas, casi nulas, pistas que he dejado sin querer. Quizás ésto resulte entretenido... quizás todo terminé en desastre...