Una pelinegra con dos mechones rojos se acercaba a un pelicastaño, el hombre miraba a la niña con terror sin prestar atención a lo que había dicho. Esa mirada y ese pelo largo y alborotado le recordaba a una persona, ¿Esa persona sobrevivió? ¿Tuvo hijos? La chica notó que no había escuchado absolutamente nada de lo que había dicho. - Soy la sobrina de su esposa, mis padres murieron, yo solo quiero estar con mi tía. - dijo resignada. - ¿Qué? Ella no tuvo hermanos. - dijo mirándola con desconfianza. - No, tuvo una hermana. - dijo suspirando.