Tu destino puede cambiar todo. De las millones de personas el puto universo, ¿por qué tenía que ser yo a la que le tocara esto? Porque ÉL se encaprichó conmigo. Justo conmigo. Conmigo... Aunque si tuviera que volver atrás, si tuviera que volver a pasar todas esas batallas en mi interior, lo haría. No creo que la humanidad esté contenta conmigo, concretamente, con mis decisiones. Y es que todos los adolescentes somos egoístas a la hora de elegir. Seguramente no tienes ni puta idea de lo que te hablo. Debería empezar desde el principio, pero antes he de advertirte que no es fácil ser portador de este diario. Que no culpes a las autoridades pasadas y que no me importa lo que pienses de mí, simplemente porque los únicos beneficiados con este resultado somos ÉL y yo. Nosotros. El comienzo fue puro cliché, típico. Pero una noche, todo cambio, sucedía demasiado rápido. Cada noche era la última noche de alguien. Y creo que lo peor era que a pesar de saber que al día siguiente no vería a alguien nunca jamás, era no saber a quién no volvería a ver. Todos los derechos reservados. Prohibida su copia.