-Yerim... -empezó a hablar otra vez Yeojin, pero esta vez se acercaba poco a poco hacia ella. -Acaso... -y está tan cerca de ella que Yerim podía jurar que sus narices casi chocaban -¿Tienes fiebre? Así, con Yeojin tocando su frente con la suya y esa mirada que le hacía sentir mariposas en el estómago, Yerim hizo lo que nunca pensó que haría.All Rights Reserved