Era un día normal, todo igual. Mi rutina la misma, estaba acostada enrollada en las sabanas y mi habitación a oscuras por la madrugada, voltee para el otro lado de la cama para ver la hora de mi alarma eran las 4:35 a.m. Y me sentía como si fuesen las 7. Me levante me puse mis pantuflas y fui al baño, luego de lavarme la cara fui a la sala tome el control remoto y encendí la tele; después fui a la cocina a prepararme el desayuno. . .