―¿Interesado en Doppo-kun?
―Sí ―Jyuto no tenía motivos para ocultarlo a esa altura―. Tal vez no me recuerdes tampoco, Hifumi, pero fui al mismo instituto que ustedes, solo que no coincidimos en los mismos cursos. De todas formas, él siempre me llamó la atención, por lo que volver a encontrarlo durante las batallas fue una especie de señal, una que no dejaré pasar aunque estés en el camino.
―¿De verdad fuimos al mismo instituto? Lamento no recordarte Jyuto-kun, era joven y mis prioridades eran otras. Por otra parte, no puedo negarte ni confirmar nada con respecto a Doppo-kun, los dos vivimos juntos y bueno, a veces pasan cosas. Pero nada serio a decir verdad.
Algo se removió dentro del hombre de cabellos azabaches, suponía por el nivel de confianza entre ellos que su relación debía haber sido algo más que pura amistad, pero confirmarlo le molestaba y chasqueó la lengua, al menos dentro de la habitación se estaba hablando con honestidad.
―Ya veo, algo así como amigos con beneficio
―Correcto, Jyuto-kun. Ahora que tu has hecho tu primera pregunta, me corresponde a mi ―Hifumi se le acercó y el policía pudo ver que detrás de sus orejas había cierta rojez, seguramente de vergüenza a pesar de su actitud tan confiada en esos momentos―. ¿El otro miembro de Mad Trigger Crew está soltero?
Gaia odia el mundo del fútbol en el que está metida por culpa de su hermano. Pau odia lo mucho que ella le atrae.
Entre prejuicios, secretos y una inesperada conexión, descubrirán que el amor puede surgir donde y con quien menos lo esperas.