Desde que la ví, decidí que tenía que amarme. Yo soy Jeon Jungkook, y hace poco yo era una persona sin una sola razón para seguir viviendo, pero un día, solo bastó un paso, para entrar a aquel salón, y encontrar el motor de mi existencia, mi susurro de alivio. Y es que como resistirme a aquel aroma, a aquella sonrisa cuyo dientes estaban cubiertos con brackets, a aquella mirada que deseaba que todos los días aterrizara en mi. Esa mirada es hechizante, es profunda y adictiva, es apasionante, es capaz de intimar a cualquiera. SALOMÉ La dueña de esa mirada... Pero... por más que lo intento ella no deja de mirarme solo como su profesor de música.